Aullido - ISRAEL BARRANCO
Aullido - ISRAEL BARRANCO
Lámina de Israel Barranco “Aullido”.
Habita nuestro imaginario esa doncella arquetípica a la que llamamos Caperucita. Desde lo arquetípico este cuento habla de esa joven que viste el rojo (la menarquía que llega y marca el inicio de un viaje) y se interna a llevar alimento (ofrendas nutricias) a su abuela. La abuela vive en el medio del bosque sola, en una cabaña, características que nos llevan a asociarla con el arquetipo de la bruja.
Por el camino el Lobo, esa entidad ligada al peligro, a la noche, al bosque, y a lo salvaje la acecha y la invita a cambiar de senda. Al comerse a la abuela, en parte se transforma en ella. El Lobo y la bruja podría decirse que en muchos aspectos representan lo mismo.
En la cabaña, la joven es devorada y luego rescatada del oscuro vientre. Es decir, muerta y nacida en lo ritual. Por eso los personajes que son devorados en los cuentos no se mueren, sino que viven en el vientre. Hablamos de la muerte como metáfora de la transformación.
En la obra quise reunirlos a ambos, quizá al salir de la cabaña, quizá unos años más tarde. Cuando la joven ha aprendido a maternarse a sí misma, y ahora puede abrazar al Lobo, sostener su propia sombra sin miedo ni asco, y arrullar sus heridas y sus aullidos con un manto y quizá una canción de cuna.
Afuera, el bosque escucha y a su vez abraza la sagrada escena.